Tendinopatía de la Pata de Ganso
La pata de ganso está formada por las inserciones tendinosas del sartorio, semitendinoso y recto interno del muslo en platillo tibial medial.
La tendinopatía de la pata de ganso despierta dolor con la palpación selectiva de la cara interna de la rodilla, en el tercio superior de la tibia. Produce dolor al realizar un valgo y rotación externa de la rodilla, mientras que el calor y el reposo proporcionan cierto alivio.
Además el dolor se reproduce en respuesta a la contracción isométrica de cada uno de los músculos de la pata de ganso (sartorio, vasto medial y semitendinoso). Con frecuencia es secundaria a un mal apoyo, mal balance o una marcha antiálgica.
Es raro que se hagan crónicas.
Bursitis de la pata de ganso
Es una causa importante de dolor de rodilla (la causa más frecuente de dolor en la cara anteromedial de la rodilla) y puede presentarse asociada con las otras bursitis, gonartrosis y otras lesiones deportivas.
La coexistencia de una bursitis pre o infrapatelar, una tendinitis, una artritis y o una desestructuración interna de la rodilla puede complicar el cuadro clínico tras un traumatismo de la rodilla. Con frecuencia el paciente no puede bajar escaleras ni arrodillarse. El dolor es constante, urente y puede alterar el sueño.
Una lesión o un traumatismo que afecte al ligamento lateral interno pueden provocar inflamación en la parte medial de la rodilla. Si la inflamación de la pata de ganso se cronifica la bursa puede llegar a calcificarse, pero es excepcional.
La exploración física objetiva una hipersensibilidad en la zona anterior de la rodilla, justo por debajo de la línea articular, sobre la inserción tendinosa de la pata de ganso. Con frecuencia se presenta derrame y tumefacción alrededor de la bursa. La flexión activa contra resistencia de la rodilla produce dolor, que se agrava si el médico suelta la pierna bruscamente con lo que el paciente flexiona la rodilla rápidamente.
La ecografía permite ver líquido en la bursa o en la vaina de los tendones y realizar infiltraciones selectivas. El diagnóstico diferencial se establecerá con las roturas meniscales, lesiones del cóndilo femoral o del platillo tibial.
El tratamiento puede incluir desde los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), fisioterapia: frío, calor, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento y reeducación muscular.
En los pacientes que no responden a este tratamiento se pueden realizar infiltraciones de la bursa, bajo control ecográfico, con anestésicos y esteroides.